CECALATI YA NO EXISTE: CARTA DE EXPLICACIÓN A LA COMUNIDAD
HISPANOHABLANTE DE CANADÁ
Queridos
hermanos de Latinoamérica y España en Canadá:
Después
de varias semanas de inactividad de CECALATI, el Centro Canadiense-Latinoamericano
de Integración, me veo en la obligación de brindarle a la comunidad
hispanohablante residente en Montreal una explicación.
En octubre de 2011 me encontraba sin trabajo, aunque con un importante activo de TIEMPO para realizar proyectos.
En octubre de 2011 me encontraba sin trabajo, aunque con un importante activo de TIEMPO para realizar proyectos.
La idea de crear un organismo que
trabajara por una mejor integración de
nuestra comunidad inmigrante a la vida canadiense, era un sueño largamente acariciado, basado en la colaboración que mi
esposa y yo habíamos brindado ad honórem en varias oportunidades a “newcomers”
como nosotros. Así las cosas, a partir de aquel momento comenzamos a tener
algunas reuniones con un Centro de Desarrollo Local de la ciudad de Montreal,
con el fin de recibir asesoría y orientación en la creación de este organismo
sin fines de lucro, al que llamé “CECALATI” (Centro Canadiense-Latinoamericano
de Integración).
A partir de diciembre del 2012 y trabajando a tiempo más que completo, creé una página de CECALATI en Facebook, con la que comencé un arduo trabajo de networking en medio de nuestra comunidad hispanohablante. El objetivo era reunir a la mayor cantidad posible de personas, organismos y empresas y, al mismo tiempo, averiguar a cuánto ascendía la población hispanohablante de Canadá. En cuanto empecé el networking en Facebook, la respuesta positiva de nuestra comunidad fue inmediata, y comencé a establecer lazos con personas de a través de todo el país, que mostraban su interés inequívoco no sólo por el CECALATI, sino también por el fortalecimiento de los vínculos ya existentes entre nuestra gente. Hubo también empresarios, organismos y hasta algún político, todos manifestando su aquiescencia a este proyecto. Y más de un medio de comunicación “latino” me ofreció su colaboración. “Toronto Hispano” fue uno de ellos, y los primeros días de diciembre se publicó la nota que, probablemente, algunos de ustedes vieron (actualmente con 560 likes de Facebook).
http://www.torontohispano.com/entretenimiento/comunidad/2011/cecalati/centro-canadiense-latinoamericano.shtml
Reconozco
que tanta efervescencia por el proyecto
me hizo envanecerme un poco (reciban mis
excusas, por favor), pensando que yo podría colaborar con el “liderazgo”
de una idea que -desde el principio y más allá del éxito (o fracaso) de
CECALATI- me parecía extraordinaria y digna de apoyar: cumplir el sueño de que los hispanohablantes nos constituyésemos en la
comunidad inmigrante más influyente de Canadá.
El networking me permitió no
sólo detectar que los hispanohablantes de Canadá podríamos sobrepasar con creces
el millón de habitantes (Fabiola Ricard, de Scotia Bank Toronto, ha realizado
estudios al respecto), sino también que ya se han realizado algunos proyectos
en esta área, y que todos han enfrentado el rigor propio de una “empresa sin
fines de lucro”.
Entremedio, quise migrar de “perfil” a página de CECALATI, y
borré en un tris el trabajo que había estado realizando A TIEMPO COMPLETO
DURANTE DOS MESES.
¡Estaba abrumadísimo!
Pasé
1 mes sin poder comunicarme con más de 600 “amigos”, empresas, negocios
locales, grupos e instituciones, que tenía en el perfil perdido. Ese mes fue como un “retiro” forzado, un bendito
golpe a mi vanidad, que me hizo reflexionar en la estupidez de mis presunciones
de liderazgo...
Después de esto, abrí “Cecalati Regresa como Perfil” (hoy con el nombre de "Cecalati, vínculos hispanohablantes"), un nuevo
espacio de Facebook donde comencé a recontactar a todos aquéllos que habían
manifestado su interés.
Por el
camino, se fue clarificando que CECALATI sería un proyecto de muy largo aliento
y que -a menos que yo dispusiese de otra fuente de ingresos- en un momento dado se volvería un proyecto
inviable... Y eso es lo que ha sucedido
hasta ahora.
Más allá de lo comprometido que yo pueda estar frente a algunas
personas de nuestra comunidad hispanohablante en Canadá, en primer lugar tengo
el compromiso con mis propias necesidades existenciales y económicas (y con las de mi familia).
Y he
aquí el porqué de esta carta: solicitarles a ustedes las excusas por haberles
“vendido” con absoluta honestidad y de absoluta buena fe un proyecto en
el que siempre creí, pero que hoy se devela como algo que, al menos para mí, aquí
y ahora, es IRREALIZABLE.
Dicho sea de paso, hoy también me encuentro abocado completamente a la búsqueda de trabajo, y sé que algo saldrá pronto (¡llegué a este país para triunfar, lo he estado haciendo y lo seguiré haciendo, igual que todos ustedes!).
Mi única
preocupación de hoy es excusarme frente a ustedes, la comunidad hispanohablante.
Que sepan que he actuado de absoluta buena fe. Finalmente querría pedirles -si
les parece- que me permitieran seguir en contacto con cada uno/a de ustedes, esta vez de
forma personal.
En
los casi 8 años que llevo en este país, les confieso que jamás había
establecido un contacto tan lindo con nuestras raíces como lo he hecho ahora.
Adoro este país, que escogí como el mío, pero me hace mucha falta el contacto con mi gente, mi idiosincrasia: la idiosincrasia y la lengua hispanohablante, la única en la que verdaderamente puedo expresarme de modo cabal.
PD1:
Intentando comprender mejor el porqué de las cosas, creo que Cecalati quizá nació (y ahora deja de existir),
precisamente para eso: para colaborar, como cada uno/a de ustedes lo hace tan
bien, en la creación de vínculos entre nuestra comunidad hispanohablante, tal
como lo hicieran el Principito y el zorro, “domesticándose”.
PD 2:
Aprovecho también de agradecer la excelente y desinteresada disposición de quienes integrarían ya sea el comité consultivo o algunos de los comités generales que estaban a priori en proceso de formación: Óscar Rodríguez-Pacanins (C. legal), Jasmine Lindsay (C. Juvenil), Liliana Ponce de León (C. de la Familia) Soledad Tejeiro (C. consultivo), Isabel de la Garza (C. consultivo) y Ximena Fuenzalida (C. consultivo).
¡Gracias a todos por su entrega altruista a nuestra comunidad!
Aprovecho también de agradecer la excelente y desinteresada disposición de quienes integrarían ya sea el comité consultivo o algunos de los comités generales que estaban a priori en proceso de formación: Óscar Rodríguez-Pacanins (C. legal), Jasmine Lindsay (C. Juvenil), Liliana Ponce de León (C. de la Familia) Soledad Tejeiro (C. consultivo), Isabel de la Garza (C. consultivo) y Ximena Fuenzalida (C. consultivo).
¡Gracias a todos por su entrega altruista a nuestra comunidad!
Latinamente,
Cristián Rosemary-del Pedregal
Chileno de nacimiento/Hispanohablante de corazón/Canadiense por elección.
Chileno de nacimiento/Hispanohablante de corazón/Canadiense por elección.
(Montreal, 10 de mayo de 2012)