viernes, 19 de octubre de 2012

Que les allophones se réveillent! » (Wake up, allophones! »)




Nadie olvidará en Montreal el pasado 4 de septiembre.

Pauline  Marois, nuevo Primer Ministro de Québec y líder del Partido Quebequense (PQ), pronunciaba un encendido discurso frente a unos mil partidarios, refrendando su férrea intención de que la provincia de Quebec se convierta muy pronto en un país independiente.

En el mismo instante, un desquiciado tipo anglófono llamado Richard Henry Bain gritaba frente a las cámaras “¡que los ingleses se despierten”!, mientras era arrestado por la policía.

Bain acababa presuntamente de disparar a quemarropa contra dos personas inocentes que asistían a la celebración del PQ. Uno de ellos falleció a las pocas horas. El otro resultó gravemente herido.

Dentro -y sin saberlo- los partidarios de Pauline Marois arriesgaban sus vidas a causa de un amago de incendio que habría producido intencionalmente el mismo Richard Bain.

Estoy seguro de que todos los que amamos Canadá nos encontramos de pronto sumidos en un estupor y una inquietud sin precedentes.

A pesar de la brutalidad del gesto de Bain, retomo su aberrante arenga a la población anglófona de Quebec, para lanzar esta vez otra arenga a los canadienses “alófonos”, es decir, a quienes no tenemos como lengua materna ni el inglés ni el francés.

Mi arenga es: “¡que los alófonos se despierten!”.

Yo soy un nuevo canadiense alófono, y Canadá es ahora tan mío como de los francófonos y anglófonos de este país. 

Canadá es tan mío como lo es de los pueblos indígenas que conforman las Primeras Naciones. 

Canadá es tan mío como del 50% de la población de origen asiático que habita en Vancouver.

Vine a Canadá a sumar, no a restar.
Vine a multiplicar, no a dividir.

Vine a aportar mi modesto destello de luz. No vine a propagar la oscuridad. 

La principal fortaleza de Canadá reside, precisamente, en su diversidad lingüística y cultural. Y en su majestuoso tamaño de Gran Dominio.

Canadá tiene un rol fundamental en la evolución actual de la Humanidad. 

E
volución y no “involución”.
Construcción y no destrucción.

Canadá debe ir hacia adelante, no hacia atrás. 

Como el nuevo canadiense que soy, querría modestamente participar en la tarea de promover valores que puedan hacer de éste un mundo mejor.

No quiero importar de mi doliente América Latina las plagas ideológicas bipolares de las que vengo huyendo. 

Canadá tiene en sus manos un destino sublime. Sin embargo, dicho destino sólo será posible si todos los canadienses (anglófonos, francófonos y alófonos) asumimos de una vez que la batalla de Las Llanuras de Abraham (Plaines d'Abraham) en la ciudad de Québec no es hoy más que un hecho histórico, acaecido hace más de 250 años.
Y como ya es Historia, no debe ocupar hoy los corazones de los quebequenses (y canadienses) de buena voluntad.  

En la hora actual, cualquier pugna lingüístico-histórica es un asunto que va en detrimento de un Canadá sano.

Amo el idioma francés desde que, siendo niño, comencé a aprenderlo en el colegio.  Y agradezco a Québec la generosidad de haber sido el primero en hospedarme. 
Pero no me hacen falta leyes coercitivas para seguir amando el francés. Por el contrario: son precisamente esas leyes las que comienzan a deteriorar mi amor por esta lengua. 

Y es que no concibo un Canadá sin diversidad. Porque en su diversidad, está su riqueza.
Y en su tamaño majestuoso de Gran Dominio, está su fuerza.


(También me molesta cuando un anglófono se niega a hablar en francés, tanto como cuando un francófono se niega a comprender que, para seguir siendo parte del G-7, se debe TAMBIÉN hablar inglés).

Quien no entienda esto, será un freno para el desarrollo y el destino sublime de Canadá, sea anglófono, francófono o alófono.

Los separatistas quebequenses me acusarán de “federalista”. Y tienen razón: no quiero reducir este Gran Dominio.
Ni puedo concebir un paisito del Segundo Mundo llamado “Québec”, negociando con China o los Estados Unidos... en francés.

Cristián Rosemary-del Pedregal, Montreal, Octubre de 2012.

jueves, 10 de mayo de 2012

CECALATI YA NO EXISTE: CARTA DE EXPLICACIÓN A LA COMUNIDAD HISPANOHABLANTE DE CANADÁ

                                                                                            
                                                                                                              Queridos hermanos de Latinoamérica y España en Canadá:


Después de varias semanas de inactividad de CECALATI, el Centro Canadiense-Latinoamericano de Integración, me veo en la obligación de brindarle a la comunidad hispanohablante residente en Montreal una explicación.


En octubre de 2011 me encontraba sin trabajo, aunque con un importante activo de TIEMPO para realizar proyectos.

La idea de crear un organismo que trabajara  por una mejor integración de nuestra comunidad inmigrante a la vida canadiense, era un sueño largamente acariciado, basado en la colaboración que mi esposa y yo habíamos brindado ad honórem en varias oportunidades a “newcomers” como nosotros. Así las cosas, a partir de aquel momento comenzamos a tener algunas reuniones con un Centro de Desarrollo Local de la ciudad de Montreal, con el fin de recibir asesoría y orientación en la creación de este organismo sin fines de lucro, al que llamé “CECALATI” (Centro Canadiense-Latinoamericano de Integración).


A partir de diciembre del 2012 y trabajando a tiempo más que completo, creé  una página de CECALATI  en Facebook, con la que comencé un arduo trabajo de networking en medio de nuestra comunidad hispanohablante. El objetivo era reunir a la mayor cantidad posible de personas, organismos y empresas y, al mismo tiempo, averiguar a cuánto ascendía la población hispanohablante de Canadá.  En cuanto empecé el networking en Facebook, la respuesta positiva de nuestra comunidad fue inmediata, y comencé a establecer lazos con personas de a través de todo el país, que mostraban su interés inequívoco no sólo por el CECALATI, sino también por el fortalecimiento de los vínculos ya existentes entre nuestra gente. Hubo también empresarios, organismos y hasta algún político, todos manifestando su aquiescencia a este proyecto. Y más de un medio de comunicación “latino” me ofreció su colaboración. “Toronto Hispano” fue uno de ellos, y los primeros días de diciembre se publicó la nota que, probablemente, algunos de ustedes vieron (actualmente con 560 likes de Facebook).
http://www.torontohispano.com/entretenimiento/comunidad/2011/cecalati/centro-canadiense-latinoamericano.shtml
Reconozco que  tanta efervescencia por el proyecto me hizo envanecerme un poco (reciban mis  excusas, por favor), pensando que yo podría colaborar con el “liderazgo” de una idea que -desde el principio y más allá del éxito (o fracaso) de CECALATI- me parecía extraordinaria y digna de apoyar: cumplir el sueño de que los hispanohablantes nos constituyésemos en la comunidad inmigrante más influyente de Canadá.

El networking me permitió no sólo detectar que los hispanohablantes de Canadá podríamos sobrepasar con creces el millón de habitantes (Fabiola Ricard, de Scotia Bank Toronto, ha realizado estudios al respecto), sino también que ya se han realizado algunos proyectos en esta área, y que todos han enfrentado el rigor propio de una “empresa sin fines de lucro”.

Entremedio, quise migrar de “perfil” a página de CECALATI, y borré en un tris el trabajo que había estado realizando A TIEMPO COMPLETO DURANTE DOS MESES.  

¡Estaba abrumadísimo!

Pasé 1 mes sin poder comunicarme con más de 600 “amigos”, empresas, negocios locales, grupos e instituciones, que tenía en el perfil perdido. Ese mes fue como un “retiro” forzado, un bendito golpe a mi vanidad, que me hizo reflexionar en la estupidez de mis presunciones de liderazgo...

Después de esto, abrí “Cecalati Regresa como Perfil” (hoy con el nombre de "Cecalati, vínculos hispanohablantes"), un nuevo espacio de Facebook donde comencé a recontactar a todos aquéllos que habían manifestado su interés.

Por el camino, se fue clarificando que CECALATI sería un proyecto de muy largo aliento y que -a menos que yo dispusiese de otra fuente de ingresos- en un momento dado se volvería un proyecto inviable... Y eso es lo que ha sucedido hasta ahora.

Más allá de lo comprometido que yo pueda estar frente a algunas personas de nuestra comunidad hispanohablante en Canadá, en primer lugar tengo el compromiso con mis propias necesidades existenciales y  económicas (y con  las  de  mi  familia).

Y he aquí el porqué de esta carta: solicitarles a ustedes las excusas por haberles “vendido” con absoluta honestidad y de absoluta buena  fe un proyecto en el que siempre creí, pero que hoy se devela como algo que, al menos para mí, aquí y ahora, es IRREALIZABLE.


Dicho sea de paso, hoy también me encuentro abocado completamente a la búsqueda de trabajo, y sé que algo saldrá pronto (¡llegué a este país para triunfar, lo he estado haciendo y lo seguiré haciendo, igual que todos ustedes!). 

Mi única preocupación de hoy es excusarme frente a ustedes, la comunidad hispanohablante. Que sepan que he actuado de absoluta buena fe. Finalmente querría pedirles -si les parece- que me permitieran seguir en contacto  con cada uno/a de ustedes, esta vez de forma personal.

En los casi 8 años que llevo en este país, les confieso que jamás había establecido un contacto tan lindo con nuestras raíces como lo he hecho ahora.

Adoro este país, que escogí como el mío, pero me hace mucha falta el  contacto  con mi gente, mi idiosincrasia: la idiosincrasia  y  la lengua hispanohablante, la única en la que verdaderamente puedo expresarme de modo cabal.

PD1: 
Intentando comprender mejor el porqué de las cosas, creo que Cecalati quizá nació (y ahora deja de existir), precisamente para eso: para colaborar, como cada uno/a de ustedes lo hace tan bien, en la creación de vínculos entre nuestra comunidad hispanohablante, tal como lo hicieran el Principito y el zorro, “domesticándose”.

PD 2: 
Aprovecho también de agradecer la excelente y desinteresada disposición de quienes integrarían ya sea el comité consultivo o algunos de los comités generales que estaban a priori en proceso de formación: Óscar Rodríguez-Pacanins (C. legal), Jasmine Lindsay (C. Juvenil), Liliana Ponce de León (C. de la Familia) Soledad Tejeiro (C. consultivo), Isabel de la Garza (C. consultivo) y Ximena Fuenzalida (C. consultivo).
¡Gracias a todos por su entrega altruista a nuestra comunidad!

Latinamente,


Cristián Rosemary-del Pedregal
Chileno de nacimiento/Hispanohablante de corazón/Canadiense por elección. 


(Montreal, 10 de mayo de 2012) 


sábado, 18 de febrero de 2012

¿Minoría visible? ¿Cómo somos los latinos de Canadá?

(La linda chica de la foto no tiene un tipo muy "andino" que digamos,  
pero ES  PERUANA y, según me dicen, fue Miss Perú).

Nuestras disculpas por dejar fuera momentáneamente a la comunidad española, pero ¿acaso todos los latinoamericanos nos identicamos con la canción de Calle 13?

 
La respuesta es compleja.


http://www.youtube.com/watch?v=DkFJE8ZdeG8



Como latinoamericanos, las culturas indígenas son parte de nuestra mayor riqueza, ésa que nos une a la Pachamama. Pero no todos los latinos tenemos sangre indígena. Nuestra herencia es también europea, especialmente española.
Respecto a la sangre africana en América (¡un riquísimo aporte especialmente para nuestra música!), puede decirse también más o menos lo mismo: no todos los latinos tenemos sangre africana.

Si los propios canadienses no saben cabalmente que quieren decir con "minoría visible" cuando nos piden identificarnos en el censo, menos lo sabemos nosotros, los propios latinos.

En mi caso, tengo la piel morena, pero -a menos que yo sepa- no corre sangre indígena ni africana por mis venas.
Seamos claros: NO TENER sangre indígena o africana no es una desgracia, y tenerla NO ES necesariamente tampoco un honor. ¿Cómo decirles? ¡Sencillamente no es ni bueno ni malo tener sangre indígena ni africana! ¡Es lo que es! Y en América Latina tenemos muchas cosas en común, pero no somos todos iguales...

Vayamos viendo:

En relación al video de Calle 13, ¿somos TODOS los latinos como ese prototipo de hombre o mujer modestos que se muestra, humildes, oprimidos y sufrientes muchas veces? No lo creo.

Y ahora más allá de la canción, ¿somos TODOS los "latinos" iguales a los mexicanos, o iguales a los sudamericanos o iguales a los centroamericanos? No lo creo.

¿Somos todos los hombres latinos fieles representantes del "latin lover"? No lo creo.

¿Son todas las mujeres latinas tan sensuales como se las prototipiza? No lo creo.

¿Somos todos los hombres latinos tan "machos" y poco serios en nuestras relaciones de pareja? No lo creo.

¿Acaso todos hemos venido a Canadá huyendo de esa caricatura que se ha hecho de América Latina, basada en la violencia, la droga, las guerrillas, la delincuencia o la corrupción? No es así.

Y aunque hayan existido o aún existan esas lacras en algunos de nuestros países, no quiere decir que todo latino haya estado involucrado en ellas.

¿Somos los latinos flojos, borrachines y deshonestos? ¡Por supuesto que no!

Hay en Latinoamérica tantos flojos, borrachines y deshonestos, como los que se encuentra en cualquier parte del mundo.

¡Todos son prototipos, caricaturas de los casi 500 millones de hispanoblantes en el mundo, que tenemos mucho en común pero que somos, al mismo tiempo, muy diferentes!

Y CUANDO DIGO "DIFERENTES", NO QUIERO DECIR PEOR NI MEJOR: SÓLO DIFERENTES.

¡Ya basta de seguir contribuyendo a esa imagen tercermundista de Latinoamérica!

Separemos "el polvo de la paja", y retomenos lo mejor de nosotros, ESE CORAZÓN LATINO, enraizado en las virtudes más hermosas de nuestra idiosincracia.

Demostrémosle a Canadá y al mundo que Latinoamérica no es un quejido, sino una sonrisa de esperanza. Que Latinoamérica no es la mano extendida de un necesitado, sino el brazo que se ofrenda para levantar a otros del suelo.

¿Qué dicen los estudios sobre nuestra comunidad hispanohablante en Canadá?

De acuerdo a un reciente artículo difundido por el periódico Globe & Mail nuestra comunidad podría oscilar entre 600,000 y 1,200,000 personas.

El 50% de los hispanohablantes tiene al menos un Bac., si no un Máster o un PhD.

El 12% tiene un diploma técnico o no universitario.

¡Eso da un 62% de nuestra comunidad con un excelente nivel de escolarización!

Sería lógico seguir el rumbo de ese 62%, para que nuestra comunidad evolucione cada vez más HACIA ARRIBA. Evolución y no involución: de eso se trata.

Si alguien llegó a Canadá "con una mano por delante y otra por detrás", que deje en su tierra ese pasado de apreturas y malos recuerdos, y se pase al equipo de los ganadores, porque AQUÍ SÍ SE PUEDE. No es fácil, pero se puede. ¡Ésa es la buena noticia!

Como se ha dicho, Canadá es una meritocracia...

Con esfuerzo, honestidad, perseverancia, creatividad y la preservación de valores humanos, sí se puede...

Entonces, ¿vamos a aprovechar la oportunidad histórica de ser la comunidad inmigrante más influyente de Canadá?

¿Hemos pensado que los latinos de Estados Unidos ya no tienen esa oportunidad? Al menos, no en mucho tiempo, porque ellos ya escribieron su historia allá (y lamentablemente no es muy favorable).

Nuestra comunidad, en cambio, es bastante bien percibida por los canadienses, y podemos decir que, en general, tenemos un "buen posicionamiento".

¡Así que es nuestro turno de "escribir nuestra propia historia"!

Es nuestro turno de reforzar ese posicionamiento positivo.

¿Cómo hacerlo?


Primero que nada, cuidando nuestros valores esenciales (nuestro sentido de familia, por ejemplo), trabajando con tesón, con creatividad, con honestidad, con optimismo, con gratitud, con fe en que nuestra comunidad está ahora mismo escribiendo la historia de este país.

Asimismo, NO promoviendo ni avalando ninguna forma de ilegalidad, deshonestidad, corrupción o bajeza humana. Sabemos que, como en todas las comunidades, habrá corrupción.¡Pero no contribuyamos a que ésta se desarrolle! Quienes vienen huyendo de países diezmados por la corrupción, saben cuán difícil es exterminarla.

¡¡Pues no la traigamos a Canadá!!

Cuidemos nuestro nuevo país , que es país de nuestros hijos y será el país de las generaciones que nos sucedan.

Volviendo al CECALATI, reconozco sentirme muy pequeño frente a un proyecto de esta envergadura... ¿Qué me motiva, entonces, a seguir adelante?

Para empezar, el estusiasmo que muchos de ustedes manifiestan por la unidad de la comunidad de habla hispana en Canadá: esto es una inyección colosal de energía.

Pero aún se necesita que ojalá todos los hispanohablantes de Canadá nos unamos al menos en Facebook. Y que todas las comunidades, organismos, negocios, grupos y personas hispanohablantes de Canadá estemos conectados...

En segundo lugar, me motiva ese convencimiento de que EXISTE UN SÓLO CORAZÓN LATINO, una manera propia de ser, con valores que nos son propios, más allá de nuestras diferencias geográficas, culturales o políticas. Y tras ese CORAZÓN LATINO ÚNICO querríamos ir: buscando lo que nos une y dejando atrás lo que nos divide.

Por lo anterior, CECALATI no dará tribuna a la lucha por causas religiosas o políticas de ninguna especie, ya que lamentablemente las ideas dividen.

Para establecer una sólida y vasta red como comunidad hispanoblante, debemos trabajar en las redes sociales y en los eventos "reales" que puedan irse realizando : la "sed" de unión existe. Sólo debemos mostrar "gestos" de querer unirnos...

Les rogamos que tengan paciencia con el CECALATI.
Como seguramente sabrán, atenderemos el proceso de integración/adaptación a la vida nacional, en áreas muy diversas...Y son muchos los pasos que hay que ir dando para llegar a "estar operativos". Seguimos en reuniones e investigando, buscando gente para formar "comités temáticos".

Termino esta nota, mencionando un"highlight" (titular) de Toronto Hispano, medio que apoya también la unidad hispana en Canadá, y que tuvo la gentileza de publicar la nota siguiente respecto al CECALATI.

http://torontohispano.com/entretenimiento/comunidad/2011/cecalati/centro-canadiense-latinoamericano.shtml

El titular dice:
"Cecalati, una oportunidad más de unir hispanos en Canadá"

Yo dudo que haya muchas oportunidades más ...

Y a nivel personal, no estoy trabajando para que el Cecalati sea "una oportunidad más". Yo tengo mucho que perder y quiero jugar a ganador...

Es cierto: reunir los recursos humanos y materiales e implementar los diversos servicios para que el CECALATI pueda estar 100% operativo, puede tomar aún algún tiempo.

Pero el CECALATI es sólo una preocupación que me incumbe a mí y al equipo de gente con el que estamos comenzando a trabajar, y como es obvio no es una prioridad ni un "desvelo" de la comunidad hispana en su conjunto.

SIN EMBARGO, LA UNIDAD DE TODA LA COMUNIDAD HISPANOHABLANTE EN CANADÁ ES OTRO ASUNTO QUE NOS INCUMBE A TODOS, Y QUE NO PUEDE ESPERAR...

¿Nos acompañan?

Latinamente,


Cristián Rosemary
Fundador
Centro Canadiense-Latinoamericano de Integración
Montreal, Canadá.

lunes, 6 de febrero de 2012

Por qué y para qué crear CECALATI, el Centro Canadiense-Latinoamericano de Integración

¡Hola!

Me llamo Cristián Rosemary, soy chileno, y estoy radicado en Montreal desde hace 7 años. Comencé a amar a esta segunda patria, desde que puse un pie en ella, y me considero muy contento de haber tomado la decisión.

Como ustedes, he hecho de este país mi nuevo hogar. Y también como ustedes he experimentado el proceso de inmigración, dejando a mi gente, mis paisajes, mis comidas, mis olores, mis recuerdos.

Como ustedes, soy uno más de los 360,235 emigrantes “latinos”, estimados preliminarmente por el censo canadiense 2011. (Otras cifras del periódico "Globe & Mail" mencionan entre 600,000 y 1,200,000...).

Emigrar a Canadá ha sido para nosotros un acto “heroico”. El adjetivo “heroico” puede sonar demasiado épico (y hasta patético) para quien no ha sido un inmigrante. Sin embargo, éste fue (y siguió siendo por un lapso) el adjetivo que algunos de mis más cercanos comenzaron a prodigarme cuando empecé a vender mi casa y mis muebles, a preparar con mi señora y mis hijos las maletas y a realizar -sin saberlo- mi primer garage sale, en el que vendimos hasta el agua del florero.

Visto a la distancia, la mayoría podría suponer que, después de los primeros meses en Canadá, tanto usted como yo hemos llegado a ser “emigrantes avezados”, ya no tan “heroicos”, y que los desafíos ya no son tantos...

¡Nada más lejos de la realidad!

Lo cierto es que, al momento de pisar tierra canadiense, otro proceso difícil comienza: el de la INTEGRACIÓN/ADAPTACIÓN CABAL a esta nueva sociedad.

Éste, en cambio, se trata de un proceso bastante más largo, que puede durar algunos años.

El problema aquí es que, aun con toda su buena intención, los ministerios implicados en la “post-venta” (cuando el inmigrante ya ha pisado territorio canadiense) NO DAN ABASTO para acoger eficazmente a los nouveaux arrivants. Y, además, esta post-venta resulta enormemente deficiente. Así las cosas, nosotros, los inmigrantes, que hemos traído a Canadá ciertas expectativas laborales, expectativas de integración social, etc., etc., comenzamos a experimentar una gran frustración, a causa de diferentes obstáculos para incorporarnos de verdad a esta sociedad, con el agravante de que casi nadie nos sabe orientar, pues es mucha y muy variada la información y por el hecho de que son muy pocos los que están cabalmente informados. Y si encontramos a alguien que sí lo está, probablemente seremos atendidos por un funcionario que NO CONOCE NUESTRA LENGUA NI NUESTRA IDIOSINCRACIA, alguien que, entonces, no estará capacitado para percibir nuestros más profundos sentimientos como emigrantes latinos.

Durante estos 7 años, mi esposa, mis 4 hijos y yo hemos tenido la eventual suerte de recibir el consejo de otro inmigrante que nos ha precedido (en general, mucho más acertado que aquél brindado por un canadiense).

Sin embargo, la mayor parte de nuestro aprendizaje ha sido empírico, por la vía de aciertos y errores.

¡Y hemos aprendido mucho, muchísimo!

¿Cómo? Investigando, investigando e investigando más todavía; gestionando; echando a perder y cosechando éxitos...

(Para este proceso de “integración” a la vida nacional, la creatividad y la capacidad de reinventarse una y otra vez, son condiciones sine qua non).

Ya he olvidado a cuántos inmigrantes latinos -incluso con más tiempo en Canadá- hemos orientado y asesorado por mero altruismo (especialmente mi esposa, que sería un lujo de empleada para el gobierno).

¿Orientación respecto a qué?

Respecto a temas diversos y numerosos: cursos de idiomas, sistema de salud, leyes sobre el arriendo, derechos laborales, programas para la iniciación de una empresita, financiamiento para los estudios o para la compra de una casa, lugares de dépannage de comida cuando las finanzas están muy flojas, centros de ayuda de diversa naturaleza, hasta observaciones sencillas sobre contabilidad...(habría que escribir un largo “etcétera”).

A partir de nuestra propia experiencia familiar (sin ningún organismo o persona natural que pudiera orientarnos), menciono algunos ejemplos reales de errores acaecidos durante los primeros años que nos dieron dolores de cabeza y mermaron considerablemente nuestras finanzas:

a)Nadie nos dijo que, recién llegados, debíamos inscribirnos tout de suite en los cursos de francés. La inscripción tardía, semanas después, nos significó una espera de 4 meses sin recibir l’aide financière (en aquel momento fueron casi $1,000 por mes de pérdida). Como no podíamos permitirnos ese déficit, me puse a trabajar de working class hero en una fábrica, operando máquinas peligrosas...y me corté un dedo. ¡Casi pierdo el pedazo!

¡Y un amigo, médico veterinario, cargó cajas en una bodega por 4 años, antes de ponerse a estudiar francés!

b)El error de una contadora bénévole que nos sugirieron, nos hizo perder 4 meses de préstation d’enfants. Afortunadamente, aclarado todo, la recibimos después, retroactivamente.

c)Durante nuestro tercer invierno, para ahorrarnos unos dolarcillos, no contratamos la máquina paleadora. ¡Me destrocé la espalda, sacando yo la nieve de la entrada! (y apenas valía unos 250$ la temporada entera de "déneigement").

ch)Pese a que la salud es gratuita, en Canadá muchas familias no tienen “médico de familia”. Pensando en nuestros hijos más pequeños, vivimos angustiados hasta como el tercer año, cuando descubrimos que había un centro pediátrico en el que se podía pedir una hora por internet... y un día antes.

d)Mi señora, que anhelaba ponerse a estudiar en su área, trabajó durante mucho tiempo en un lugar que detestaba, hasta que nos percatamos de que podía recibir una bolsa equivalente al mismo sueldo que ganaba, ...estudiando a tiempo completo.

¡Como ven, a nosotros nos hizo mucha falta esa una buena "asesoría en integración"!

Así que -con el apoyo permanente de mi señora- me propuse crear una empresa que pudiese prestar estos servicios a los latinoamericanos y españoles que estén radicados en Canadá.

Obviamente, tras de nosotros habrá próximamente expertos en cada área (por ejemplo, la contabilidad y las leyes). ¡No pretendemos cometer la irresponsabilidad de creernos “expertos” en todo! Ya estamos en conversaciones, por ejemplo, con quienes se harían cargo del Comité Legal, del Comité de la Familia y Bienestar Sicosocial y del Comité Juvenil.

Así está surgiendo CECALATI, el Centro Canadiense-Latinoamericano de Integración, una organización sin fines de lucro, al servicio de los inmigrantes provenientes de los 21 países de habla hispana en América Latina, España, Estados Unidos y Guinea Ecuatorial.

Y también estamos reuniéndonos con entidades canadienses que harán posible este proyecto.

En este punto, es importante clarificar que, en ningún caso, nos inmiscuiremos con el quehacer de los ministerios u organismos oficiales. Al contrario: queremos trabajar con ellos tan estrechamente como nos sea posible.

Por razones de “funcionalidad lingüística”, utilizaremos el término “latino”, sin que éste excluya, por supuesto, a los habitantes de España, quienes nos han heredado nuestro mayor tesoro, la lengua española, ni tampoco a los 50 millones de hispanohablantes estadounidenses, que representan más del 15% de la población de nuestro país vecino.

Brindaremos a nuestros hermanos latinos acogimiento y orientación EN ESPAÑOL, sin olvidar un seguimiento a través del tiempo que nos permita asegurar la calidad de la integración. Es importante decir que los servicios que prestemos serán GRATUITOS.

Finalmente, querría comentar que la lengua española se caracteriza por ser la más cohesionada del planeta, lo que permite que un campesino de España pueda entenderse con uno de Chile y otro de Cuba. Asimismo, más allá de las diferencias geográficas, culturales y a veces políticas, los habitantes de Latinoamérica y España estamos unidos por UN SOLO CORAZÓN.

Frente a nuestra iniciativa, algunas personas me ha dicho que nuestra comunidad hispanoblante tiene "tendencia a la desintegración".

YO NO LO CREO.

Es posible que un cierto chauvinismo nos haga acercarnos a amistades NO latinas al principio, sin embargo, con el tiempo volvemos a buscar la compañía de nuestros hermanos latinos, porque nos damos cuenta de que esa SOLEDAD SOCIAL que suele atacarnos se desvanece de inmediato cuando compartimos con NUESTRA GENTE, sin importar de que país venga. ¡Si Simón Bolívar hubiese contado hoy con las redes sociales, seguro que ya habría logrado su sueño de unir a toda Latinoamérica en UN SOLO CORAZÓN!

Trabajando por ese corazón único (que incluye también a España), en el CECALATI nos encontramos por ahora en un proceso de MARCHA BLANCA, comenzando por las redes sociales. El poder de convocatoria que podamos lograr los latinos en las redes sociales, será una demostración elocuente de que, en Canadá, somos una comunidad unida, influyente y deseosa de integrarse a la vida nacional. Todos nosotros, unidos de un océano al otro, estamos diariamente aportando a este país con nuestra riqueza idiosincrática, nuestra honestidad, nuestro esfuerzo, nuestra creatividad y también los valores que nos suelen caracterizar, como nuestro "sentido de familia" y nuestra visión positiva de la vida.

Les proponemos a todas las personas, comunidades, empresas y organismos hispanohablantes de Canadá, que nos unamos en una sola gran red de “latinos” establecida a lo largo de este maravilloso país.

¡Quizás hasta lleguemos a ser la comunidad de inmigrantes más influyente de Canadá! ¿Por qué no?



Latinamente,

Cristián Rosemary del Pedregal
Fundador
CECALATI
Centro Canadiense-Latinoamericano de Integración





Nota: Es importante decir que NO atendemos asuntos de inmigración, sino que trabajamos con quienes ya han inmigrado a Canadá.